Sin embargo esta vez fue distinto, esta vez a lo que le había tenido miedo estaba dentro con él; con él en esa fortaleza sin entradas [y sin salidas también] y avanzaba lentamente, pero sin detenerse en forma de nube. Una nube de un color negro-rojizo, de olor dulzón sin embargo corrupto. Poco a poco conforme avanzaba iba aumentando su densidad, tragándose todo lo que encontraba a su paso [es más difícil dejar morir sueños que parecen ser alcanzables], dejando todo destruido y con ese aroma en el que solo algunas personas podrían encontrar conzuelo.




Parecía estar dormido, tan tranquilo e inmóvil como si estuviera dormido y aun así dentro todo era violento y ruidoso. Era tan fácil pretender dormir, era tantas veces menos lastimoso. Él sabía que tenía que pasar por eso, era como una obligación divina; pertenecía a ese lugar en el que a la gente parece no importarle, había nacido en ese lugar y para poder salir sabía lo que debía hacer [curling up inside my private tortures, i nestle into pain].




El futuro que siempre había querido se debatía con su mayor necesidad. ¿Que era más importante?. Y se dio cuenta que en base era igual a ellos, empezaba a poner a las necesidades y a los caprichos en el mismo estante, con la misma importancia y con el mismo precio. Algo que se había propuesto nunca hacer.




Es tan lastimante decepcionar a los demás, pero es peor decepcionarse a si mismo y al momento de comprenderlo él cayó. Mientras caía el aire le arrebataba esas vestimentas tan complicadas y excelsas, dejándolo desnudo. El golpe le reventó el labio inferior [ese mismo que le había reventado su padre alguna vez], hizo que le sangrara el primer artejo [ese mismo que le había sangrado al tropezarse en la huida] y perdió todo el aire guardado en los pulmones [de la misma manera en la que se había caído por no fijarse en el piso al tener los ojos llenos de lágrimas]. Sí, la nube avanzaba liberando recuerdos guardados en lo profundo de su ser, recuerdos que tenían mas de una década añejandose, recuerdos que tomaban formas muy especificas [como el de un ladrillo en una mano, el de un espejo roto o el de una foto con la leyenda "pensando en ti"].




Fue entonces cuando él decidió voltearse, voltearse de esa posición en la que tal vez había pasado unos ocho o nueve meses en algún momento de su existir y que le proporcionaba de alguna u otra manera un descanso, una protección, un calor y un refugio, que sin embargo ahora le era una cárcel. Y entonces recordó esos ojos negros y grandes, recordó esa sonrisa torcida de cabellos lacios, recordó esa mirada casi verde, recordó esa fiesta dental cercada de púas, recordó ese apodo multicolor, recordó esas facciones duras con alma suave, recordó finalmente esa promesa que incluía la luna y las estrellas.




Las complicaciones se habían perdido, los secretos caían uno a uno, el amor le rodeaba incesantemente, la amistad era mas fuerte que nunca. Lo simple se hacia espacio entre todo y apenas comenzaba... él recordó...
"No sabemos que dias nos cambiaran la vida: Temblar me da equilibrio. Era previsible. Lo separado siempre es, siempre está cerca. Me despierto para dormir, y lentamente. Yendo, descubro adónde debo ir".

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